"La Usach es un lugar de formación académica del espíritu y la conciencia"

Cuenta con 17 años de experiencia en equipos de alta exigencia en áreas de políticas, planes y programas de inversión y desarrollo. Ha diseñado tres planes especiales para zonas extremas y tuvo a cargo la primera consulta indígena realizada en Chile en el marco del convenio 169 de la OIT al pueblo Rapa Nui. El curriculum de la Administradora Pública de la Universidad de Santiago, Natalia Piergentili es extenso, y está orgullosa de su formación en nuestra Casa de Estudios, a tal punto que volvió a las aulas para formar a nuevas generaciones como profesora por hora. Natalia ha sido presidenta del Instituto Nacional de Normas (INN); jefa de la División de Desarrollo Regional de la Subdere; subsecretaria de Economía y mentora de Comunidad Mujer.

¿Por qué eligió la Universidad de Santiago para formarse como administradora pública?

-Yo no era ni matemática, ni científica en mi periodo escolar, pero me iba bien en las dos áreas. Si bien no tenía claro que quería estudiar, deseaba trabajaren gestión haciendo cosas en lo público. Tenía dos opciones, entrar a la Universidad de Chile o la Universidad de Santiago, porque meterme a una universidad privada era para mi familia pena de muerte. La sede de Administración Pública en la Chile era pequeña. Yo quería un concepto de una universidad de verdad. Aquí vi gente diversa, tuve compañeros, yo venía de un colegio de monjas, conocí realidades distintas, quería entender de política. La Usach me educó como ciudadana, como persona social.

¿Qué significó la Usach en tu vida profesional?

-Nosotros salimos muy bien preparados sobre todo en las áreas más duras, tales como economía y finanzas. Yo me comparaba en esa época con los egresados de las Universidades de Chile, Concepción, una que otra en el norte y la U. Central entre las privadas que impartían Administración Pública, entonces como nosotros estábamos en la FAE teníamos mucho más acercamiento con las Finanzas y la Contabilidad. En la Chile, en cambio, pasaba que tenías muchos aspirantes a ser cientista político. Al egresar de la Usach, yo y mis compañeros nos insertamos laboralmente de inmediato, fuimos súper valorados en el mercado. Siento que salí con un buen background académico.

Estoy orgullosa de mi universidad

-Fue una de las noticias más comentadas en la prensa y en redes sociales. Nuestra universidad puso fin este lunes al subcontrato de personal de seguridad, aseo y jardines. Natalia Piergentili sostiene que esta decisión no se trata solo de una medida económica. "El 2017 el PNUD había lanzado un estudio que decía que entre las cosas que los chilenos se sentían más maltratados era por su condición social. Estas personas sienten dignidad ahora por formar parte de una institución, más allá de que ganen más dinero al no estar tercerizados, porque la Universidad de Santiago valora su trabajo, los acoge y les entrega beneficios a ellos, ellas y a sus familias", destaca con emoción.

¿La Usach está abriendo un nuevo camino a su juicio?

-Una vez más está yendo a la vanguardia. Creo que aquí el triestamento funcionó. Lo que se ha hecho tiene enormes externalidades positivas y es una muestra de cómo una Universidad pública, con tradición e historia, además con campus integrados, genera valor social y público más allá de educar a los jóvenes; una universidad que genera discusión acuerdos y acción. Ese es el sello de nuestro plantel que me hace sentir orgullosa.

En una frase, ¿cómo definiría a la Universidad de Santiago?

Para mí, la Universidad de Santiago es un lugar de formación académica del espíritu y la conciencia.

El estallido social y las demandas

Imposible sería entrevistar a Natalia Piergentili y no consultarle su opinión como ex subsecretaria de Economía, sobre las medidas que está implementando el Gobierno de Sebastián Piñera para dar respuesta a las demandas de los chilenos.

¿Cuál es su percepción del momento social, económico y político actual?

-Viendo el tema en perspectiva, a mí me tocó también participar de un gobierno que tuvo alta desaprobación, con cifras de crecimiento que no eran tan auspiciosas y donde la coalición se había desgranado un poco. Entiendo que hay que enfrentarse a contingencias, pero lo que se vive hoy es algo que ni en mis peores sueños pensé que ocurriría. Las medidas en favor de las pymes, puntualmente, son para el hoy, lo inmediato y efectivas. Es el ABC de lo que se podría haber hecho, sin desmerecerlas, pero eso solo puede paliar los efectos del último trimestre, es decir lo que tiene que ver con los pagos del IVA, con los PPM y no dejar sin trabajo a la gente ahora. Sin embargo, enero y febrero, son meses difíciles de estacionalidad económica. Además, no veo al gobierno actuar con prontitud dar una hoja de ruta de las reformas relevantes que requiere el sistema para volver a tener grados de cohesión social. No he escuchado hablar a Piñera de una gran reforma en salud, ni al sistema de pensiones. Hoy son puras píldoras. No veo recesión en este momento, pero sí estamos en una desaceleración grande. Estamos con una fiebre en 38 grados, pero si pasa a 40, uno comienza a delirar y el paracetamol no será suficientes para bajarla.

¿El camino del Gobierno es optar por un mayor endeudamiento para hacer frente a las demandas sociales?

-Si bien Chile tiene un nivel bajo en endeudamiento en consideración con el Producto Interno Bruto, nos vamos a endeudar solo para efectos del bono para estas políticas puntuales. Lo bueno es que no tienen pensado endeudarse para políticas generales o sea para gastos permanentes, pero como el gobierno no habla del tipo de justicia tributaria que hay que tener, yo no sé cómo está proyectando el gasto permanente.

Y del anunciado bono de cien mil pesos para familias vulnerables, ¿qué opina? La derecha siempre condenó estas medidas calificándolas de asistencialistas.

-Yo creo que uno es esclavo de sus palabras. A esta misma fecha, hace dos años Bachelet tenía una aprobación del 30 % o sea muy por sobre Piñera y casi le decían "atine". Pienso que es el sino de un gobierno que ha tenido que retrotraerse de gran parte de las cosas que dijeron para llegar al poder: orden y progreso, bonos y asistencialismo, Constitución perfecta. Es una más de aquellas, por las cuales han tenido que decir la verdad.